El dolor torácico es un motivo común de consulta en urgencias, con una prevalencia del 5-10%, siendo crucial identificar causas graves como el infarto agudo de miocardio, disección aórtica o embolia pulmonar. La evaluación inicial incluye anamnesis, exploración física, ECG en los primeros 10 minutos y marcadores como troponina. El diagnóstico diferencial aborda etiologías cardiovasculares, respiratorias, digestivas, musculoesqueléticas y psicogénicas. Pruebas como radiografías, tomografías y ecocardiogramas complementan el proceso diagnóstico. El tratamiento se adapta según la causa subyacente, priorizando manejo temprano en patologías críticas. La colaboración en equipo, protocolos estandarizados y capacitación continua son esenciales para optimizar recursos y reducir complicaciones. Un enfoque sistemático mejora la atención, disminuye la mortalidad y garantiza un manejo seguro y eficaz.
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