Las personas mayores (>65 años) son un grupo muy heterogéneo de pacientes, hay pacientes independientes y con buena calidad de vida y casos en el extremo contrario. La presencia de pluripatología es común en este grupo de pacientes y esto lleva implícito la polimedicación y la posibilidad que aparezcan efectos adversos, interacciones farmacológicas, interacciones fármaco-enfermedad y en consecuencia daños por medicación. El riesgo de sufrir efectos adversos por medicamentos (RAM) aumenta con la edad ya que hay cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos asociados con el envejecimiento, que determina la respuesta que los pacientes tienen a los tratamientos. Entre los factores de riesgo mas importantes para sufrir una reacción adversa medicamentosa son la polimedicación (≥ 5 fármacos) y las prescripciones potencialmente inadecuadas. Otras situaciones que predisponen a las consecuencias negativas de la medicación son la soledad, la depresión, la incapacidad funcional y pueden ser causa de la polimedicación o consecuencia de esta. Muchas personas mayores pueden sufrir en un momento dado determinados síntomas que no identificamos como efectos adversos a los medicamentos prescritos, por ejemplo, insomnio, agitación y el deterioro cognitivo. Cuando un efecto adverso producido por un medicamento no se identifica como tal y se trata con un segundo medicamento, se produce lo que se conoce como cascada terapéutica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario