Los accidentes laborales son más o menos frecuentes en todas las profesiones. La nuestra no es una excepción, y por eso deben existir procedimientos de cómo actuar frente a estas situaciones. En nuestro caso, uno de los accidentes laborales más frecuentes es la exposición a fluidos de otro paciente, ya sea sangre o de otro tipo, con el subyacente riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas.
Sin embargo, la población general no está exenta de sufrir estas exposiciones. Es por ello que existe un protocolo del servicio de Prevención de Riesgos Laborales creado con la intención de guiar en el procedimiento de tanto cuando un compañero se pincha con aguja, como cuando una persona nos consulta por una relación sexual de riesgo.
Por otro lado es necesario saber que profilaxis farmacológicas proporcionar al receptor en caso de que el paciente padezca VIH o cualquier otra enfermedad potencialmente transmisible. Del mismo modo, conocer que si se desconociese la fuente, o no consintiese estudiar su estado serológico, se deberá tratar como si estuviese infectado con VIH, VHB, VHC,… y dar la consecuente profilaxis.
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