La oxigenoterapia es un tratamiento de prescripción médica que consiste en la administración de oxígeno en concentraciones elevadas (o sea, mayores que las del aire ambiental del 21%), con la finalidad de prevenir o tratar la deficiencia de oxígeno (hipoxia) en sangre, células y tejidos del organismo, así como para asegurar las necesidades metabólicas del organismo. Es una pieza clave de la terapia respiratoria, en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria, tanto aguda como crónica, que ha demostrado una disminución de la morbimortalidad de los pacientes.
Para evitar complicaciones y lograr una evolución positiva de la patología a tratar, la oxigenoterapia se ha de aplicar de forma adecuada, eligiendo el dispositivo de administración más ajustado a las necesidades individuales de cada paciente. Además, se ha de realizar una correcta educación sanitaria (tanto al resto de profesionales como a los pacientes), para evitar complicaciones y peligros potenciales.
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