Las úlceras son heridas crónicas que aparecen en la superficie de la piel, secundario al trastorno de la continuidad de la piel.
Según la etiología de cada tipo de úlcera, aplicaremos unas medidas terapéuticas distintas. Por lo que es esencial determinar ante qué tipo de úlcera nos encontramos para poder actuar en consecuencia. Las causas pueden ser múltiples, pero el 95% tienen una etiología venosa, isquémica o neuropática. El 5% restante está en relación con procesos sistémicos, neoplásicos o debido a causas infecciosas.
En este trabajo nos vamos a centrar en las distintas úlceras que podemos encontrar únicamente en las extremidades inferiores.
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