Las úlceras por presión (upp) han sido hasta hace poco, un problema añadido a otras patologías. Se consideraban un proceso inevitable, silencioso y menor, que acompañaba al paciente y a su diagnóstico principal. Aunque su manejo se le atribuya al servicio de enfermería; dada su alta prevalencia y la posibilidad de evitarlas, debemos ser capaces de reconocerlas, aliviarlas y lo que es más importante, prevenirlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario